Un accidente es, ante todo, una situación traumática tanto para la persona que lo sufre como para quienes están directa o indirectamente implicados. Más allá de los daños físicos, los afectados pueden experimentar otras consecuencias como ansiedad, depresión, estrés, pérdidas económicas o incluso implicaciones penales.

Desde OHS Expert queremos ofrecerte una guía clara de pasos a seguir para minimizar el impacto del accidente en todos los niveles:


1. Primeros momentos tras el accidente

Tras superar la situación de emergencia, es fundamental tomarse un momento de calma para repasar lo ocurrido. Si alguna persona se encuentra especialmente afectada anímicamente, es recomendable que regrese a su domicilio para descansar y reducir la tensión.
Contar con el apoyo de profesionales externos como abogados, psicólogos o técnicos de prevención puede resultar muy útil en esta etapa.


2. Primeras acciones: Testimonios y activación del apoyo a las víctimas

  • Intervención de agentes externos: En poco tiempo pueden intervenir numerosos actores (policía judicial, Inspección de Trabajo, sindicatos, familiares, gabinetes autonómicos de PRL, etc.). Su objetivo común será esclarecer qué ha ocurrido y quiénes están implicados. En este punto, la clave es mantener la calma. Las investigaciones suelen ser complejas, por lo que es preferible reconocer que no se tienen todas las respuestas antes que aportar información no contrastada.

  • Apoyo a las víctimas: Lo antes posible, deben activarse los seguros de accidentes para ofrecer atención médica, psicológica, traslados y otros recursos a las personas lesionadas, así como a sus familias y compañeros más cercanos.
    En caso de que el seguro no actúe de inmediato, la organización debe proporcionar los recursos necesarios para mitigar los daños. Además, es fundamental hacer un seguimiento constante para asegurar que las necesidades de los afectados están siendo atendidas.


3. Investigación

La investigación del accidente debe estar limitada a un grupo reducido de profesionales cualificados. El resto de personas pueden y deben colaborar, pero evitando investigaciones paralelas que enturbien la oficial.
Es esencial contar con técnicos de PRL, abogados, peritos, testigos y representantes de los trabajadores. El lenguaje debe ser claro y sin ambigüedades para evitar múltiples interpretaciones. Aquí, el apoyo jurídico es clave. El objetivo principal es identificar los hechos, no buscar culpables.


4. Gestión de visitas e inspecciones

Las personas encargadas de acompañar a las inspecciones deben tener experiencia en este tipo de situaciones y estar correctamente asesoradas, preferiblemente por un técnico de prevención. Se debe evitar especular o emitir juicios, y limitarse a aportar información verificada y contrastada.


5. Acciones correctivas

Toda investigación debe concluir con la identificación de fallos en el sistema que propiciaron el accidente. A partir de ahí deben implementarse medidas correctoras lo antes posible.
No obstante, hay que tener en cuenta que lo que puede parecer una mejora lógica desde el punto de vista de la prevención, en el ámbito jurídico puede interpretarse como un reconocimiento de responsabilidad. Por eso es vital asesorarse bien antes de tomar cualquier decisión.


6. Fase judicial

Si el accidente deriva en un proceso judicial, entramos en una fase completamente distinta, donde la participación de abogados, técnicos de PRL y peritos judiciales es imprescindible. Es fundamental recopilar y compartir toda la información desde el inicio con estos profesionales para planificar adecuadamente los siguientes pasos.


Desde OHS Expert

Somos conscientes de la complejidad y sensibilidad de estas situaciones. Por eso, ofrecemos a empresas y trabajadores el apoyo necesario con un equipo multidisciplinar de expertos para mitigar los efectos de cualquier accidente laboral.

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